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El duro relato de la hermana Gloria Cecilia Narváez muestra su valentía y espiritualidad

La entrega de la hermana Gloria Cecilia y la manera como vivió toda esta prueba, se vuelve un ejemplo para todos aquellos que buscan sentido a su existencia.

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Alberto Linero
Foto: Instagram @PLinero

Desde niño me impresionó la vida de hombres y mujeres que, asumiendo la propuesta existencial de Jesús de Nazaret, dejaban su casa, su familia, para hacerse misioneros.

Conozco muchos de estos seres humanos auténticos, felices, dadores de vida y transparencia del amor de Dios para todos, que van hasta los lugares olvidados y empobrecidos para compartir la buena nueva del evangelio; esto es, en medio de las limitaciones y los desafueros humanos, también hay manifestaciones de coherencia y entrega verdadera.

En este contexto, escuché con atención el testimonio de la hermana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada por Al Qaeda en el norte de Mali el 7 de febrero de 2017, en una parroquia de Karangasso, y quién solo fue liberada en octubre de este año.

Los duros relatos de la hermana, exponen la maldad de los captores que la consideraban un “perro de la iglesia”, y por eso, la golpeaban, humillaban, maltrataban y le hacían sentir la cercanía continua de la muerte, pero también la valentía, la humildad y la espiritualidad de la monja, que siempre entendió la situación en el contexto de su seguimiento a Jesús y su decisión de entregarle la vida.

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“Seguro Dios quiere que yo sea más humilde, más paciente, quizá más entregada a mi labor. Te agradezco por todo lo que me enseñas y te pido por las personas que me tienen secuestrada para que puedan vivir según su religión", estas son algunas de las palabras con las que a diario conversaba con Dios.

La espiritualidad cristiana es una opción por la vida plena, y esta no se puede conseguir sin propiciar que los otros tengan vida digna. Un misionero es alguien que ha entendido que solo se puede ser feliz luchando porque los otros vivan en condiciones dignas. Esa es la motivación de compartir el Evangelio. No se trata de imponer dogmas o reglas que limiten la vida, sino de dar testimonio del amor que realiza.

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La entrega de la hermana Gloria Cecilia y la manera como vivió toda esta prueba, se vuelve un ejemplo para todos aquellos que buscan sentido a su existencia. En el vivir al servicio de los demás, hay una gran fuente de felicidad.

Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:

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