Lamentablemente este martes se rompió el cerco epidemiológico que se había establecido para frenar los contagios con coronavirus en Colombia y, en algunas partes, sigue latente el riesgo de expansión de la enfermedad.
Miles de personas salieron a las calles de Bogotá, Cali, Medellín, Pereira y otras ciudades y municipios del país con múltiples fines, salieron desde quienes tienen que rebuscarse día a día su sustento, que no son pocos, hasta los que todavía hoy creen que la cuarentena es una exageración.
Mención aparte merecen los miserables que pusieron a rodar cadenas con información falsa por Whatsapp, hablando de ayudas en efectivo y entrega de mercados para familias de migrantes venezolanos y para los menos favorecidos, que hicieron que miles de personas se agolparan frente a las alcaldías de varias ciudades.
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El grave problema que conlleva lo sucedido en las últimas horas es que se fragmentó la estrategia que pusieron en práctica los alcaldes y gobernadores de las principales ciudades y departamentos para frenar la expansión del COVID-19 y se espera que los tumultos de ayer, ocasionen un pico de contagio muy alto en las próximas dos semanas.
El médico Diego Roselli dijo por ejemplo que analizando la curva del comportamiento del coronavirus en Colombia, para el próximo seis de abril podríamos tener entre 15.000 y 20.000 personas contagiadas en el país, lo que significa un reto mayúsculo para clínicas, hospitales y unidades de cuidados intensivos.
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Vea aquí: Bogotanos siguen inundando TransMilenio en primer día de cuarentena
Es el momento de actuar. Quedémonos en casa, por nosotros y por el país. Hagamos lo posible para evitar escenarios como el que afrontan dolorosamente Italia y España.
Escuche la opinión de Ricardo Ospina en Mañanas BLU:
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