Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

La carta que no llegó, un episodio macondiano: opinión de Ricardo Ospina

Resulta muy preocupante que ni la Cancillería, ni el Ministerio de Justicia, ni 4-72 le hayan dado la importancia que se debía a la misiva.

Ricardo Ospina // Foto: Blu Radio
Ricardo Ospina // Foto: Blu Radio

El trasfondo del episodio de la carta que no llegó al departamento de Justicia de Estados Unidos, pidiendo las pruebas que demostrarían que Jesús Santrich traficó cocaína luego de la firma del acuerdo de paz, debe ser conocido por los colombianos. 
 
En una historia digna del realismo mágico de Gabo, el expediente Santrich, el principal caso de la justicia colombiana, del que depende en gran parte el futuro del acuerdo con las Farc y las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, hoy tambalea porque o por desidia o por ineptitud, funcionarios del gobierno no pudieron hacer llegar la solicitud que había hecho la JEP al Departamento de Justicia norteamericano.

Sin duda, el futuro judicial y político de Jesús Santrich, radical exjefe de las Farc, es una “papa caliente” para todo el Estado y por eso resulta muy preocupante que ni la Cancillería, ni el Ministerio de Justicia, ni la empresa de correos 4-72, le hayan dado la importancia que tiene y no se hayan preocupado por garantizar que la petición que hizo la Justicia Especial de Paz el pasado 23 de octubre, llegara a su destino.

Los protocolos son claros en el sentido de que debe usarse el mecanismo de cartas rogatorias, usando valija diplomática o los enlaces internacionales de entidades como la Fiscalía para oficializar peticiones relacionadas con caso de extradiciones emblemáticas; sin embargo, en este caso no se tuvo ningún problema en mandar el documento como si fuera una correspondencia corriente.

El país supo de esta tragicómica historia porque el fiscal general de Estados Unidos de visita en el país, le hizo saber al fiscal Néstor Humberto Martínez que nunca llegó la solicitud de pruebas del caso Santrich a la justicia norteamericana.

Publicidad

Hoy, la ministra de Justicia Gloria María Borrero intenta explicarle a la JEP que la carta nunca llegó a su destino porque de manera increíble se perdió en Panamá y la JEP evaluará si esta situación sobreviniente amerita que reabran los plazos para decidir pronto, en medio de las críticas que ha recibido, si Jesús Santrich debe o no ser extraditado.
 
Los asuntos de Estado requieren seriedad y rigor y ante errores garrafales como este, los colombianos merecemos que nos expliquen en qué se falló y pese a que vivimos en un país acostumbrado a que nadie asume responsabilidades, alguien debería tener la entereza de reconocer las fallas y asumir las consecuencias. 
 
Escuche esta columna:

 

Publicidad

 

  • Publicidad