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Las dudas del decreto que acelera el posible regreso de la fumigación aérea con glifosato

El Gobierno presentó el decreto 380 de 2021, con el que se busca cumplir los requisitos fijados por la Corte Constitucional.

Aspersión con Glifosato.jpeg
Aspersión con Glifosato
Foto: AFP

En las últimas horas, el Gobierno nacional expidió un decreto que es un paso previo para la reanudación de la fumigación aérea con glifosato de cultivos de hoja de coca.

El decreto busca cumplir con los requisitos que hace más de dos años fijó la Corte Constitucional, aunque en realidad tiene un enfoque de reparación de daños causados eventualmente por la aspersión y tiene muy poco de prevención.

En el documento de 23 páginas, el decreto 380 de 2021 deja claro que la fumigación aérea de cultivos de hoja de coca debe hacerse por fuera de Parques Nacionales, Parques Regionales, páramos, humedales, manglares, cuerpos de agua y centros poblados.

También dice que se pueden ordenar pilotos para monitorear la eficiencia y la eficacia de la protección de la salud y del medio ambiente en medio de las fumigaciones y recuerda que toda la estrategia estará a cargo de la Dirección Antinarcóticos de la Policía.

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Adicionalmente, el decreto contempla la ruta para atender casos de personas que se hayan visto afectadas en su salud por la aspersión aérea, así como hay rutas para cada uno de los eventuales efectos adversos en viviendas, en cultivos legales y en otros escenarios.

La expedición de este decreto no implica la reanudación automática de la aspersión aérea con glifosato, toda vez que hacen falta dos conceptos de la ANLA y del Instituto Nacional de Salud, antes de su aprobación por parte del Consejo Nacional de Estupefacientes.

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A pesar de que este escenario no significa que se reanudará de inmediato la fumigación aérea de cultivos ilícitos, varios sectores políticos y académicos han criticado los pasos previos que adelanta el Gobierno en ese sentido, pues consideran que es una estrategia costosa e ineficiente, que no ataca el problema de raíz.

El Gobierno insiste en que la aspersión no es la única estrategia contra la exponencial expansión de cultivos de hoja de coca, pues se trata solamente de una de las herramientas con las que se cuenta para cerrarle la puerta a este negocio ilegal.

Escuche el análisis y la opinión de Ricardo Ospina en Mañanas BLU:

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