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¿Por qué se negó Idrissa Gueye a usar una camiseta con los colores de la bandera LGBTI?

En el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia es necesario analizar el comportamiento del centrocampista del PSG.

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Alberto Linero
Foto: cortesía.

En el último partido del PSG contra el Montpellier, se produjo una situación que creo es digna de análisis y reflexión. Un jugador del cuadro parisino se negó a jugar porque ese día el equipo decidió salir al campo con una camiseta blancaque en la espalda tenía los números con los colores de la bandera LGTBI. Me refiero al centrocampista senegalés Idrissa Gueye. No hay comentarios al respecto de las razones que lo motivaron, pero todo apunta a razones religiosas.

Este es un caso que ilumina bien las actitudes que todavía muchos tienen contra las personas LGTBI, y que hoy, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, vale la pena rechazar.

La homofobia es el término empleado para expresar el rechazo o la discriminación de la que son víctimas quienes declaran su preferencia sexual por personas de su mismo sexo y la transfobia y la bifobia se definen como el miedo y la falta de aceptación que tienen algunos frente a los transgénero y los bisexuales, en otras palabras, aquellos que no se ajustan a los roles de preferencias sexuales tradicionales. Para muchos discriminadores hay razones de tipo religiosas o basadas en el concepto de la naturaleza humana, hasta el punto de considerarlos “antinaturales”.

En la reflexión filosófica el concepto de naturaleza humana es bien cuestionado y desde Aristoteles se concibe: “la naturaleza de las cosas no como una idea fija, ni como algo concluido; sino como un principio activo real que lleva a un ente a su completo desarrollo” (W. Daros) cierro cita, y sabemos que la experiencia religiosa no se puede imponer, ni obligar a las personas a que vivan de acuerdo con creencias que no aceptan como suyas o interpretan de una manera diferente.

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Para mí como alguien que quiere vivir su vida desde la propuesta existencial de Jesús de Nazaret, el único criterio de discernimiento ante las personas y las relaciones con ellas, es el mandamiento del Amor, y desde ahí no me siento ni con más o menos dignidad que nadie por las diferencias que tengamos en nuestras opciones sexuales. Como heterosexual reconozco la misma dignidad para todos.

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