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¿Por qué sufrimos los seres humanos?

No hay dificultad que le gane al deseo que cada uno tiene de construir la vida con la que sueña.

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Alberto Linero
Foto: Alberto Linero

Los seres humanos constantemente buscamos la explicación de los males que padecemos. Intentamos encontrarla en cualquier experiencia metafísica o externa a nosotros. A lo largo de la historia, a través de los mitos, las leyendas y las creencias, hemos querido responder a esas preguntas misteriosas que tienen que ver con lo esencial de nosotros, los humanos: ¿Por qué sufrimos? o ¿Para qué sufrimos?

Tuve la oportunidad de conversar con un amigo sobre otro amigo nuestro que es ciego de nacimiento, y a quien esa condición no le ha impedido ser un hombre brillante, talentoso y extraordinario. Mi compañero de conversación, que es conocedor de la teoría griega de que los dones son una compensación por el mal que se vive, creía que de alguna manera hay un dios compasivo, o unos dioses compasivos, que compensan con distintos dones y talentos las limitaciones físicas por las que atraviesan algunos seres humanos. Esa es una de las explicaciones del caso de Homero, un ciego lleno de poesía.

En mi manera de entender el mundo, y desde la fe católica que profeso, no podemos explicar las limitaciones ni las falencias humanas en Dios. tenemos que hacerlo desde la genética y la ciencia, y en ellas intentar encontrar una razón de ser. Lo que sí podemos es hallar un sentido en esas limitaciones para poder tener una vida que logre ser mucho más satisfactoria.

El problema no es porqué se tiene tal o cual limitación; la pregunta real que debe inquietarnos es qué se puede hacer para ser feliz asumiendo esa limitación y poder vivir plenamente en medio de las cosas adversas que existen. Aquí se requiere evitar medirse con unos estándares irracionales, angelicales, que no expresan la condición humana y que de lo único que nos llenan es de insatisfacción.

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Quisiera que pensáramos en cómo cada uno puede asumir sus limitaciones, y desde ellas, nos esforcemos por ser nuestra mejor versión, gozándonos la vida, poniendo todo de nuestra parte para ser felices. Estoy seguro de que no hay dificultad que le gane al deseo que cada uno tiene de construir la vida con la que sueña.

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