Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Si de algo estoy seguro es que las diferencias que nos rodean nos enriquecen

La diversidad en todas las dimensiones de la vida es una creación de Dios.

287966_BLU Radio. Bandera de Colombia. Foto AFP
BLU Radio. Bandera de Colombia. Foto AFP

Que aburrida sería la vida si toda la pensáramos, entendiéramos y enfrentáramos de la misma manera. Me niego a esa homogenización que muchas dinámicas sociales tratan de lograr.

Estoy convencido que esas diferencias se pueden trabajar desde el respeto, el reconocimiento del otro como alguien digno y merecedor de atención, desde los argumentos y evitando cualquier manifestación agresiva y violenta.

Por eso celebré que dos personajes que representan las antípodas políticas en Colombia: El presidente electo Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe, se hayan sentado a conversar y a demostrar que a pesar de las grandes discrepancias también hay puntos que los unen y desde allí se proyecta una dinámica de trabajo a futuro.

Aún más, he aplaudido la reacción en redes de algunos personajes públicos que empiezan a generar el ambiente para sentarse en la mesa, y compartir un momento para superar los desacuerdos. Por ejemplo, el trino de Fernán Martínez Mahecha: “Si las cosas siguen así, Petro me va a reconciliar con Juanes”. Recordemos que Fernán, fue su mánager y su relación terminó tan quebrada que en alguna oportunidad dijo: “No puede existir y no existe ninguna posibilidad remota de que uno vuelva a caer en semejante trampa. (…) Para hablar de Juanes hay que tener en frente un brujo, un abogado, un toxicólogo, un juez, la policía".

Publicidad

Ante el trino de su exmánager Juanes, quien cuenta con un tono ponderado, respondió: “Siempre agradecido Fer. Aquí estoy”.

Ojalá ese encuentro se dé y sea otro ejemplo de esta ola naciente de restablecimiento de relaciones.

Publicidad

No reconozco enemigos pero si personas con las que tengo una visión de la vida, de la fe y su desarrollo en el mundo muy diferentes e incluso contrarias. Con algunos he tenido agrios debates, otros me han insultado por lo que pienso y creo, pero hoy me sumo a este ambiente de conciliación, siempre dispuesto a un café para conversar con ellos y ellas.

  • Publicidad