Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Urge la presencia del Estado en Bahía Solano, un paraíso azotado por los violentos

Se requiere la presencia del Estado en estas zonas y en otras más por el actual del Clan del Golfo

IMAGEN PARRILLA  EL RADAR MERIDIANO Ricardo Ospina.jpg

Bahía Solano es un paraíso natural en el departamento de Chocó, cerca de Nuquí y otros paradisíacos lugares que mezclan la biodiversidad con la tranquilidad y muchas otras características que han convertido a esa región en un muy importante destino bioturístico.

Lamentablemente, esa zona no es ajena al horror de la violencia que afronta el país: el Clan del Golfo, que no es otra cosa que un grupo formado inicialmente tras la desmovilización de los grupos paramilitares y que hoy controla una porción importante del negocio del narcotráfico en Colombia, parece decidido a imponer a punta de fusil y de asesinatos, el control criminal en la zona.

Luego del asesinato de Miguel Tapí, un reconocido líder indígena que vivía en el corregimiento de El Valle, más de mil integrantes de la comunidad Embera, decidieron movilizarse hacia el casco urbano, en una gran peregrinación que emprendieron para salvar sus vidas.

Mujeres y niños emprendieron el éxodo y aunque el Ejército y la Armada Nacional estuvieron haciendo operaciones de control en la zona en la que fue asesinado el líder Miguel Tapí, la comunidad no quiere regresar, porque teme que una vez se vayan las autoridades, el terror regrese y se cometa una masacre.

Publicidad

Las mujeres indígenas, con un grito desgarrado exigen: necesitamos paz, no más violencia en nuestro territorio. Ese clamor también lo hacen habitantes de otros municipios que eran considerados tranquilos, como Nuquí, en donde el pasado 30 de octubre fue asesinada por el mismo Clan del Golfo, la ambientalista y empresaria Juana Perea.

En Bahía Solano, como en muchas otros municipios de Colombia se requiere una real presencia del Estado para cerrarle el paso a los violentos, lamentablemente eso no se ha logrado ni se ha priorizado, ni siquiera cuando se firmó el acuerdo de paz con las Farc.

Publicidad

  • Publicidad