Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Usar a Dios para que algunos voten por un partido o contra otro es una vieja y deplorable táctica

Las coordenadas de Dios son otras, y tienen que ver más con el poder del amor que con la ilusión del poder.

Alberto Linero : Foto cortesía.jpeg

Se hizo viral un tuit de Margarita Rosa de Francisco que con cierta ironía decía: “Dios es de derecha”, tuvo más de 2 mil comentarios y de 7 mil "me gusta". Asumo que, dadas las llamadas circunstancias de tiempo y lugar, se refiere a la visión de Dios que confesamos los cristianos. No creo que se refiera a ninguna de las deidades ancestrales de los druidas o del hinduísmo. Siempre que hablamos de Dios, es oportuno especificar a cuál de las humanas comprensiones de lo divino nos referimos. Acepto su comentario, lo respeto, intento interpretarlo, pues esa imagen de un dios que favorece los intereses tradicionales de lo que llamamos derecha, podemos contrastarla con la fuente que inspira la comprensión cristiana de Dios.

En el cristianismo, Dios no es particularmente de derecha ni de izquierda, no es comunista ni fascista, como nunca fue ni conservador ni liberal. Y no lo es porque en la comprensión del cristianismo bíblico Dios es el Señor de la Historia, no de una parte. Y eso significa que su apuesta no es ideológica, sino profundamente humana. Su intención no es que UNOS estén bien sobre otros sino que NADIE esté mal, y NADA impida el bienestar de cada ser humano.

Ahora bien, siendo esa su apuesta, sí hay una opción de Dios en favor de los marginados, discriminados, empobrecidos y despreciados socialmente. Los relatos que lo muestran defendiendo a los pobres en las denuncias de los profetas o las acciones a favor de la viudas, huérfanos y migrantes en el AT, dejan claro que quiere que los seres humanos vivan dignamente. Si revisamos las acciones de Jesús en los evangelios lo encontramos luchando por los marginados, denunciando las estructuras y comportamientos de quienes les marginan, especialmente la religión oficial de la época.

Es manía histórica de algunos el apropiarse de textos bíblicos para propagar sus ideologías, desconociendo quién es Dios y cuáles son sus opciones. Usar a Dios para hacer que algunos voten por un partido, o contra otro, es una vieja y deplorable táctica que hoy debemos desenmascarar.

Publicidad

Las coordenadas de Dios son otras, y tienen que ver más con el poder del amor que con la ilusión del poder.

Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:

Publicidad

  • Publicidad