Inició su reflexión dominical hablando acerca de la sanidad conforme a la fe de Dios. “Hay que creer que la enfermedad no viene de Dios. La sanidad viene de la voluntad de Dios, él nunca pone enfermedades en las personas”, explicó.
“Por las heridas que cada persona tiene, se sana su corazón dependiendo de su persistencia”, explicó.
El ser humano cree que hay poder en Jesús desde que Dios le dio el nombre de hijo. El nombre de Jesús está por encima de las enfermedades.
“Hay que desear la sanidad en el nombre y voluntad de Jesús”, indicó.
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Escuche aquí la reflexión completa del pastor Andrés Corson: