Celebramos la resurrección de Jesús y ya resucitado nos mandó a ser discípulos, lo que significa preparar el camino para el señor.
“Los lugares ásperos serán suavizados, lo que quiere decir que todas las asperezas que hay en nosotros que impiden que nos relaciones con otros van a ser limadas o suavizadas”, dijo.
“Limar esas asperezas para que podamos ser unos con otros cristianos, cuando somos uno con otras personas, la gente puede creer”.
Indicó que tenemos que adaptarnos a ciertas personas que piensan y actúan diferente a nosotros (…), por eso “tenemos que permitir que el señor quite esas asperezas que hay en nuestra vida”.
Publicidad
Escuche aquí la reflexión del pastor Andrés Corson: