La ocupación de unidades de cuidados intensivos en Bogotá llegó a su máximo histórico desde que se declaró la emergencia sanitaria y alcanzó el 93%.
De 1.446 camas en la ciudad, 1.345 están ocupadas, esto significa que hay una disponibilidad de apenas de 101 camas.
Las unidades de cuidados intensivos fueron declaradas en alerta roja el pasado 10 de julio, ese día se determinó por parte de la Alcaldía la cuarentena sectorizada en 16 localidades de Bogotá.
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En días pasados, el Distrito anunció la llegada de 300 nuevos ventiladores a Bogotá, los cuales serán entregados durante las próximas tres semanas y deberán ayudar a aumentar la capacidad de atención de las UCI.
La alcaldesa Claudia López en reiteradas ocasiones ha manifestado la complejidad de poner en funcionamiento las UCI en los centros hospitalarios de la ciudad, debido a las nuevas marcas de ventiladores adquiridas, la conexión de redes de oxígeno y la escasez de personal idóneo para la puesta en funcionamiento de estos instrumentos.
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Incluso, lamentó los problemas de calibración de algunos de ellos, pero advirtió que la red hospitalaria de la ciudad no estará colapsada.
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En una visita hecha a centros hospitalarios de Usme y Ciudad Bolívar, la mandataria recorrió la tarde del viernes las UCI del hospital de Meissen, donde verificó el estado de ocupación de las camas y dialogó con el personal médico.
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