Ocho meses han pasado desde que se anunció la crisis de la IPS Universitaria, cuando sus cuentas fueron embargadas por deudas a Olimpus y Anestesiar, situación que ya fue superada y ahora hay operación en todos los servicios después de llegar a un punto de estabilización.
Sin embargo, las deudas de 206.000 millones de pesos y la cartera por cobrar de 380.000 millones que no se ha hecho efectiva tiene en apuros a la clínica, debido a que los cerca de 2.500 empleados no recibieron su pago del 30 de julio, cifra que asciende a un valor de 7.000 millones de pesos.
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La directora de la IPS, Marta Ramírez, indicó que es probable que el resto del año haya retraso en los pagos, porque aseguró que a pesar de que con el acuerdo de punto final les giraron 7.000 millones estos se fueron directo al bolsillo de proveedores.
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Los empleados por su parte manifiestan que la situación para ellos es complicada y no descartan adelantar protestas para exigir sus pagos.
La directora además hizo un llamado al gobierno nacional y la Superintendencia de Salud “porque los giros tienen que normalizarse y las EPS que no estén en la capacidad de demostrar que están girando lo que corresponde a la prestación de los servicios, hay que tener mano dura”.
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