Un plan que incluye a los políticos entre los grupos prioritarios para la vacunación contra el coronavirus en Portugal ha suscitado una tremenda controversia entre la población.
El hecho se da en medio de una ola de contagios descontrolada que deja récords diarios de víctimas, mantiene a la población confinada y ha forzado el cierre de los colegios.
"Es esencial proteger a los titulares de altos cargos", manifestó el coordinador del grupo de trabajo responsable del plan de vacunación en Portugal, Francisco Ramos.
La propuesta, explicó Ramos al diario Expresso, procede de la Dirección General de Salud y se estudia para "llegar a una definición final", aunque "obviamente es esencial que estén protegidos".
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Los altos cargos se sumarán a los bomberos, trabajadores de emergencias hospitalarias y miembros de las Fuerzas Armadas, añadió.
No sería así para los profesionales del sector educativo, que han pedido figurar en los grupos prioritarios aunque, según Ramos, "más de un millón de portugueses merecerían ser considerados en esta fase, pero no hay vacunas disponibles y tenemos que elegir identificando a quienes son muy prioritarios".
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El plan que da prioridad a los políticos para recibir la vacuna ha levantado ampollas entre los portugueses, que han visto como su país pasaba de ser considerado un modelo durante la primera ola de la pandemia, en marzo del pasado año, a encabezar la lista mundial de contagios por habitante.
Un político que la quita la vacuna a un profesor
"Un político que le quita la vacuna a un profesor debe ser denunciado", criticaba un lector en la web de un diario. "No sean oportunistas", clamaba otro. "¿Los políticos van a pasar otra vez por delante de toda a gente?" se preguntaba otro de los lectores.
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La sanidad portuguesa está colapsada y el Gobierno de António Costa es blanco de críticas por, según la oposición, el retraso en adoptar medidas contundentes para evitar los más de 200 muertos diarios por COVID-19 que se han contabilizado en esta semana.
Mientras tanto, el responsable del plan de vacunación se defiende: las vacunas comenzaron a aplicarse en residencias y en el cuerpo médico y, asegura, la próxima semana cerca de dos tercios de los ancianos de las residencias y alrededor del 15 % de los sanitarios habrán sido vacunados.
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En medio de este cuadro sin precedentes en el país, los portugueses están convocados a votar en las presidenciales del próximo domingo día 24, una cita precedida también de una cuestionada campaña electoral, con actos públicos y cenas multitudinarias encabezadas por los candidatos mientras la población está confinada.
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