El principal hospital público del Tolima estuvo, desde 2014, bajo la administración de la Superintendencia Nacional de Salud, que lo intervino luego de recibir todo tipo de quejas con respecto a los servicios prestados por el mismo.
A partir de este viernes, el centro asistencial operará bajo la supervisión de un contralor designado por la Supersalud para prevenir e incluso mejorar los resultados.
En este momento, el Federico Lleras Acosta está generando ingresos por $11.554 millones mensuales, en promedio, frente a los $7.512 millones que recaudaba hace cuatro años. Asimismo, el costo de operación se redujo, pasando de $9.134 millones a $7.750 millones.
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Algunos de los bienes y servicios con los que cuenta hoy el hospital son: diagnóstico cardiovascular, endoscopia digestiva, obstetricia, laboratorio clínico, quimioterapia, radiología e imágenes diagnóstica, 268 camas habilitadas, nuevas dotaciones para radioterapia, entre otros. Por otra parte, se remodelaron las salas de cirugía hospitalización y urgencias, y se adecuaron las de tomógrafo axial computarizado, la de espera y hospitalización, la unidad de obstétrica y los bancos de leche, sangre y el servicio de aféresis; y se habilitaron dos salas de partos y tres quirófanos más.
“Ya era el momento de devolverle a su verdadero dueño el hospital, las medidas que tomamos en la Supersalud son para estabilizar, no pueden eternizarse”, aseguró Aristizábal Ángel, que también aclaró que la nueva administración deberá recuperar la cartera, cercana a los $142.000 millones. No obstante, dijo que el monto acumulado de cuentas por pagar se redujo en un 50%.
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