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Abuelo que fue alumno de la Madre Laura celebra 100 años por todo lo alto

Rafael Ángel Granda conserva una vitalidad envidiable y llegó a un siglo de vida feliz y rodeado de su familia.

336079_BLU Radio. Rafael Ángel Granda, abuelo que cumplió 100 años en Medellín / Foto: Cortesía
BLU Radio. Rafael Ángel Granda, abuelo que cumplió 100 años en Medellín / Foto: Cortesía

No hacerle mal a los demás, estar feliz e ir siempre de la mano de Dios son los secretos de Rafael Ángel Granda para vivir 100 años.

Un siglo ha pasado desde que este hombre, que sigue bailando y cantando como si tuviera 15, nació en Angostura, norte de Antioquia, la tierra del beato padre Marianito, el mismo que lo bautizó y que le puso por nombre Rafael Ángel, para que los ángeles y los santos lo acompañaran toda su vida.

“El padre Marianito dijo: ‘yo te voy a poner Rafael Ángel Granda Arbeláez’, que Rafael es un ángel de los que rodean el trono del señor”, relata orgulloso.

La fe que tiene desde esos primeros momentos de su vida es la que, junto a su esposa Rosa María, quien falleció en 2008, le inculcó a su familia: siete hijos, 14 nietos, 12 bisnietos y 3 tataranietos que han sido su soporte y mayor alegría, los mismos que lo han cuidado en casi una decena de cirugías que ha tenido y los que lo hacen sentir realmente afortunado de cumplir su primer centenario.

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“Hoy están reunidos todos, como me enseñaron mis padres, con el amor por los hermanos y honradez para vivir y dar ejemplo a sus hijos, no tengo con qué pagarles esta manifestación de este centenario”, expresó conmovido duranete la celebración de su cumpleaños.

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Y otra de las cosas que también lo han hecho sentir afortunado fue tener la dicha de conocer también a la Santa Madre Laura, a quien le atribuye haber curado de varias dolencias a su hija mayor y le agradece haberlo ingresado a su escuela nocturna, donde perfeccionó su lectura y escritura cuando ya era un adulto que había llegado a Medellín.

“Ella dijo: ‘yo tengo aquí una nocturna y enseño al que no sabe y yo le dije: casualmente, yo no sé nada’”, comenta el abuelo.

Luego de haber sido agricultor en Angostura y Santa Rosa, jardinero y celador en Bello y Medellín, ahora ‘Rafa’ o ‘Fingo’, como lo llaman sus hermanos, pasa sus días en las clases de gimnasia, los grupos de la iglesia y recibiendo visitas de sus familiares y amigos a quienes entretiene con sus ocurrencias y canciones.

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Dice que son sus primeros 100 años y que de la mano de Dios puede vivir muchos más.

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