involucran el recomendado, el que referencia y quien recibe la postulación.
Así lo explica la psicóloga y couch gerencial, Nazly Becerra, quien aconseja tener mesura en estos casos por el compromiso moral que ello implica, pues el recomendado pueda que no cumpla con el 100 por ciento de las expectativas laborales.
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“Lo mejor es dejar las cosas claras desde el primer momento y, profesionalmente, dejar todo por escrito. Es preferible ponerse colorado un poquito para no incurrir en un problema ético”, explica Becerra al referirse a la importancia de ser sincero desde el principio cuando se pide, cuando se hace y cuando se recibe la postulación de alguien para un empleo.