Un astillero finlandés está finalizando los detalles del "Icon of the Seas", el crucero más grande del mundo, programado para zarpar en enero de 2024, marcando una recuperación en la industria tras la pandemia de covid-19

Este buque, encargado por Royal Caribbean, se asemeja más a una ciudad que a un barco, con múltiples parques acuáticos y más de 20 cubiertas

Con capacidad para casi 10,000 personas y siendo cinco veces más grande que el Titanic, se destaca por su gigantesca cúpula de cristal en la proa

El "Icon of the Seas" ha generado opiniones encontradas, algunos lo consideran una "monstruosidad" debido a su huella climática, mientras que otros admiran su avanzada ingeniería y están ansiosos por comprar boletos

La tendencia a construir barcos más grandes tiene ventajas económicas, ya que reducen el costo por pasajero al aprovechar economías de escala

El "Icono de los Mares" presenta siete piscinas, parques, toboganes, comercios y más, lo que proporciona más oportunidades para que los pasajeros gasten a bordo, contribuyendo a la rentabilidad de las compañías de cruceros

A pesar de las ventajas, algunos ecologistas cuestionan el impacto climático de los barcos más grandes, incluso cuando se toman medidas para reducir emisiones, como el uso de gas natural licuado (GNL)

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