un centro médico de urgencias: un orgasmo de más de tres horas.
Antes de dirigirnos al hospital, “empecé saltando arriba y abajo para ver si me hacía efecto. Bebí vino para ver si me calmaba. Intenté hacer lo posible para dejar de tener el orgasmo”, explicó Liz a un show de televisión de TLC.
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La editora de salud de Mañanas BLU, Fernanda Hernández, antes de dar una posible explicación médica habría que escuchar el testimonio de los doctores que la atendieron. Lo que no descartó es que el evento pudo hacerle experimentar a la mujer más que placer, dolor.