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Empresario que pagó facturas de 114 familias, un gesto que me hace creer en la humanidad

La Navidad es sin duda un tiempo especial que de alguna manera nos impulsa a mostrar nuestras mejores actitudes.

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Alberto Linero / Foto cortesía

Este tiempo en el que las emociones están a flor de piel y en el que nos reunimos en familia para rezar la novena y para celebrar la vida, es una oportunidad para compartir todo lo bueno que hay en el corazón. Un ejemplo claro de esto es el gesto que tuvo Michael Esmond, un ciudadano residente en Florida. Este, se hizo cargo de las facturas del gas y del agua que 114 familias tenían atrasadas y por eso se encontraban en riesgo del corte de estos servicios. El hombre no vio problema en pagar de su bolsillo 7.615 dólares, más o menos 26 millones de pesos colombianos, esto con el fin de hacer que las fiestas para estas familias fueran un poco menos estresantes. Me gustó mucho encontrarme con esta noticia, porque me hace seguir creyendo en la humanidad y recordar que los buenos sí existen, aunque no se les haga tan visibles.

Creo que este tiempo de pandemia en el que algunos han quedado sin trabajo, en el que se han perdido seres queridos y en el que muchos otros han experimentado la tristeza y el dolor por todo lo que el COVIDha ocasionado, prepararnos para navidad puede ser una oportunidad para proponernos ser generosos y solidarios, compartiendo con los demás, motivados únicamente por el deseo de ser buenos, sin intenciones dobles.

Muchas veces la pasamos señalando a los demás por sus errores y lo hacemos porque creemos que es lo justo, pero este tiempo nos invita a hacer un pare y a pensar en qué le hace mejor a nuestra sociedad, si la crítica destructiva o acciones que ayuden a que los demás sean felices. Es momento de hacer algo por el otro, y dejar que el nacimiento de niño Jesús nos inspire a buscar, cómo él, un mundo con más oportunidades y menos sufrimiento para todos.

Es fácil disfrutar las fiestas cuando el buñuelo y la natilla abundan. No hay que dejar que el bienestar propio nos ciegue frente a las necesidades de los demás. Navidad, más que un tiempo para comer, festejar y malgastar el dinero, es un tiempo para entregarle vida a quienes están sufriendo y necesitan una mano. Y tú, ¿qué piensas hacer por los que están cerca de ti y están necesitados?

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