con sus hijos se hacen recurrentes y los más jóvenes no siempre saben manejar la situación.
Es por ello que, según el médico sicólogo hipno-terapeuta Andrés Pereira, en dichos diálogos es mejor no recalcar los problemas de la edad, pues se puede generar frustración en los adultos mayores implicados. Esto a propósito de la manera como muchos hijos se refieren a dicho deterioro de sus padres en edad avanzada.
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“Hay frases que les recuerdan que hay un deterioro y hay que evitarlas. En vez de criticar y juzgar, el elemento risa puede ser la clave”, recomienda Pereira sobre la necesidad de recurrir al humor en las conversaciones con los padres para así no lastimarlos.