Nuevamente la ciudad puerto de Buenaventura vivió un hecho que generó temor entre sus habitantes luego que un grupo de personas profanara una tumba y luego sacaran un cadáver para incinerarlo.
El hecho ocurrió en la noche del pasado domingo, 4 de agosto, en el cementerio Central, ubicado en el área continental de la ciudad.
Según la versión entregada por las autoridades, los delincuentes llegaron al camposanto a bordo de dos motocicletas, luego le dispararon al vigilante a quien dejaron gravemente herido.
Posteriormente, los hombres llegaron hasta las tumbas, abrieron una de ellas, sacaron un cadáver y procedieron a incinerarlo.
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José Luis Bernat, secretario de Gobierno de Buenaventura, repudió el hecho e indicó que se adelantan las respectivas investigaciones.
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“El cementerio tiene vigilancia 24 horas y estos delincuentes lesionaron al vigilante para ingresar al lugar y sacar el cuerpo”, dijo Bernat.
“Esto es repudiable, sacar un cuerpo y rociarlo con gasolina para prenderlo en fuego no tiene justificación”, agregó.
No obstante, las autoridades indican a que esto se trató de una práctica ancestral entre la población que asegura que algunas personas, cuando son asesinadas, son preparadas con rituales de brujería para que sus victimarios se enfermen.
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Aseguran que algunos de los sicarios hasta se enloquezcan y mueren con el paso de los días ya que el hechizo o la brujería se encarga de atormentarlo mientras se descompone el cadáver de sus víctimas.
Según el padre Jhon Reina, esto genera que muchos de los verdugos profanen las tumbas con la intención de “romper el hechizo”.
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“Son prácticas ancestrales y de brujería donde se cree que el cuerpo lo preparan para que el victimario se ponga mal y tenga consecuencias graves en su salud hasta morir”, dijo el padre Reina.
“Al parecer esto fue lo que sucedió con el cadáver que profanaron hace poco y por eso lo sacaron”, agregó.
Finalmente, el religioso indicó que la violencia continúa en los barrios de Buenaventura por lo que pidió nuevamente a las autoridades regionales y nacionales no bajar la guardia con el puerto.
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