que a sus cortos 9 años tuvo que huir desplazada desde Pitalito, Huila, por culpa del conflicto armado.
Lea también: #LineroAlBarrio: vecinos de La Cabaña denuncian exceso de ruido de bodegas y camiones
Catherine huyó de los horrores de la guerra. Empacó lo poco que pudo a las carreras y, en medio de su profundo dolor, llegó a Bogotá, una ciudad que, en principio, se tornó fría, solitaria y deprimente.
Esta joven, en medio de un coraje absoluto y con las ganas intactas de vencer, comenzó a vender dulces en las calles y buses de la capital del país. También aprendió a coser, oficio que le ayudó en su progreso personal y laboral.
Tiempo después, Catherine logró la oportunidad de su vida: ingresar al Sena a hacer un curso que, posteriormente, le permitió crear empresa y brindar trabajo a quienes más lo necesitan.
Publicidad
“Espero ser inspiración para otros. Se puede salir adelante si se lucha por los sueños (…) Primero comencé a vender ropa, blusitas en el madrugón. Luego, me di cuenta que me encantaba todo lo de la confección y así inició esto que está impactando vidas y familias”, manifestó.
Escuche la inspiradora historia de Catherine Rojas en Mañanas BLU:
Publicidad