Algunas salmos que aparecen en la Biblia resultan polémicos por las palabras que usa para expresar el deseo negativo hacia los enemigos. Ejemplo de estos, pueden ser los salmos 60 y 5, que se conocen como imprecatorios, es decir salmos donde se profieren con palabras precisas, el vivo deseo de que alguien sufra daño.
La pregunta es: ¿podemos maldecir a nuestros enemigos en la oración?
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El pastor Andrés dice que las oraciones deben ser proféticas y expresar a Dios el deseo del corazón acerca de lo que se siente.
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"En nuestras oraciones expresar lo que realmente estamos sintiendo, así sean contrarios a la voluntad de Dios, debemos reconocer esto en el secreto", explicó.
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