Hace seis años, Jimena se dedica a salvar la vida de las ratas de laboratorio, desde entonces, usa su casa como un centro de acogida provisional mientras lo roedores consiguen una familia
Su compañía más fiel, según relata al medio argentino TN, es Regaliz Blanco, una de las ratas que, por lo general, está sobre su hombro supervisando todo lo que pasa a su alrededor
La misión de Jimena comenzó en 2016 cuando adoptó a dos roedores por facebook; desde entonces, se encariñó con esta especie y quiso sumar más miembros en la familia
Por eso, decidió unirse a una agrupación que rescata y da en adopción a las ratas criadas para los experimentos en los laboratorios
Por su hogar ya han pasado 6.000 roedores que en un principio iban a ser sacrificadas, tras cumplir su vida útil en los experimentos
En la actualidad hay más de 200 de estos animales que buscan un hogar en donde puedan vivir una vida plena y feliz, rodeados de juguetes y mucho amor
Todos lo animales son entregados con una pareja, ya que son una de las especies más sociables y están acostumbradas a una vida grupal y si se separan pueden llegar a sufrir de depresión
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