Desde 2017,
Oumuama, que en idioma de Hawaii significa 'primer mensajero de otro mundo', es un cuerpo interestelar, es decir, que viene de fuera de nuestro sistema solar y nunca se había observado antes. Los científicos aún no se ponen de acuerdo de su origen. En las primeras observaciones comenzaron las sorpresas: no tenía coma (la característica cola que dejan los cometas por evaporación de materiales); tampoco era un asteroide, pues no posee despojo de escombros y su forma nunca había sido vista.
La aceleración de su velocidad es una de las características que mas sorpresa y debate han generado en la ciencia. Cometas y asteroides analizados hasta el momento poseen una órbita precisa y una velocidad estable. Aunque la mayoría de los científicos coinciden en afirmar que es un fenómeno natural, con características extrañas eso sí, que se habría formado por la explosión de un cometa interestelar que habría explotado al acercarse a nuestro sol, para otros, Oumuamua es algo más que eso.
Una nave espacial
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La teoría de que se trataría de un cuerpo construido por una inteligencia alienígena también está servida sobre la mesa. Lo interesante es que la defiende, nada mas y nada menos, que el astrónomo principal de la Universidad de Harvard, Abraham Loeb.
En un libro suyo, llamado
Para Loeb, Oumuamua, ese objeto alargado, brillante, que se mueve de una manera extraña rebatiendo todas las teorías de la astrofísica, en realidad sería una suerte de nave espacial, una estructura construida por una inteligencia alienígena que ya está en desuso, que cumplió la misión para la cual fue creada y ahora anda a la deriva por el inmenso cosmos.
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Por su puesto su hipótesis es rebatida por la comunidad científica para la cual Oumuamua sí es una variante extraña de cometa, o de los restos de uno, que merece mucho mas estudio para entender por qué de su extraña forma y comportamiento. Algo que no podrá ser, pues ya está muy lejos de los telescopios terrestres.