Este hallazgo, podría ser la evidencia más sólida hasta la fecha de que dos exoplanetas pueden compartir la misma órbita
El descubrimiento, dirigido por la científica Olga Balsalobre-Ruza del Centro de Astrobiología en España, ha sido posible gracias al telescopio ALMA en el desierto chileno de Atacama, en colaboración con el Observatorio Europeo Austral (ESO)
Los investigadores han detectado una nube de escombros que posiblemente comparta la órbita con otro planeta, lo que podría indicar la existencia de "troyanos" o planetas coorbitantes, algo que se había predicho hace décadas pero que hasta ahora no se había confirmado
Los "troyanos" cuerpos rocosos en la misma órbita que un planeta, sí son comunes en el Sistema Solar y el ejemplo más famoso son los asteroides alrededor de Júpiter, más de 12.000 cuerpos rocosos que se encuentran en la misma órbita alrededor del sol que el gigante gaseoso
Los astrónomos habían apuntado la posibilidad de que planetas "troyanos" pudieran también existir fuera del Sistema Solar, aunque las pruebas eran hasta ahora escasas
"Los exotroyanos -planetas troyanos fuera del Sistema Solar- han sido hasta ahora como los unicornios: la teoría permite que existan, pero nadie los ha detectado nunca", manifestó Jorge Lillo-Box, investigador principal del Centro de Astrobiología español
Los investigadores han aportado ahora la evidencia observacional más fuerte que se ha logrado hasta ahora para sustentar esa teoría, y han apuntado que los dos planetas estarían en el sistema "PDS 70", una joven estrella que alberga dos planetas gigantes con un tamaño similar al de Júpiter
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