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Álvaro Ríos Poveda, ingeniero electrónico y biomédico, contó detalles en La Nube sobre el brazo que inventó con sistemas biónicos e inteligencia artificial para que las personas puedan imitar movimientos naturales y sentir la temperatura del objeto.
Así, una persona con alguna amputación puede, por ejemplo, sentir qué objeto sostiene en la prótesis y la temperatura que tiene.
“Permite una independencia total a las personas usar este tipo de sistema porque no se sacrifican otras habilidades funcionales como la visión. Por ejemplo, la retroalimentación sensorial da la capacidad al paciente de sentir la presión del objeto y la inteligencia artificial ayuda a que muchas de las actividades que haría el sistema nervioso central lo haga la mano”, explicó Ríos.
El biomédico enfatizó que la prótesis debe ser desarrollada teniendo en cuenta al paciente, pues cada sistema biónico tiene un ciclo de aprendizaje en cada persona, aproximadamente de 20 minutos, y, de esta manera, se puede identificar movimientos persistentes para que sean más naturales.
Asimismo, comentó que tienen como objetivo lograr alianzas para que más personas puedan tener acceso a esta prótesis que puede mejorar la calidad de vida en actividades cotidianas.
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