Sobre el árido y erosionado cerro Casitagua, que forma parte del paisaje andino que rodea Quito, un dron forestal cumplió con éxito la misión de lanzar 20.000 semillas de especies nativas que apuntan a recuperar la cobertura vegetal de lugar, afectado en parte por un incendio el año pasado, y a su vez a revolucionar la reforestación en Ecuador.
El dron, usualmente utilizado para fumigación, fue adaptado para transportar semillas además de líquidos. Nastia Skorobogatov, técnica y agroecóloga de la PUCE, pilotó el dron manualmente hasta una zona de difícil acceso en el Casitagua, experimentando una mezcla de adrenalina y emoción durante la tarea.
La actividad forma parte del proyecto '1 millón de árboles para Ecuador: sembrando juntos', respaldado por la PUCE, Diners Club, la Secretaría de Ambiente de Quito y la sociedad civil. Este proyecto busca reforestar zonas afectadas por el calentamiento global y la deforestación, empleando tecnología innovadora.
Julio César Benítez, director del proyecto, destacó la eficiencia del dron para sembrar semillas en áreas escabrosas y de difícil acceso. Comparado con métodos tradicionales, el dron permite una siembra hasta 100 veces más rápida, con un promedio de 1.500 semillas en 15 minutos.
Esta es la tercera siembra realizada con drones en Ecuador, con una efectividad del 85 %. La peletización y pregerminación de las semillas, desarrollada por la universidad, contribuye a este éxito. Sin embargo, Benítez enfatizó que cada especie requiere un tratamiento específico.
La investigación continua de la PUCE en reforestación con drones es fundamental para desarrollar técnicas efectivas para diferentes ecosistemas. Benítez señaló la importancia de involucrar a las comunidades locales en el seguimiento del proceso de reforestación.
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