Los elefantes huérfanos son capaces de sobrellevar la pérdida de sus madres, gracias a la habilidad social que tiene esta especie, quienes acogen a las crías dentro de su manada

Los elefantes de la sabana africana se encuentran en la lista roja de los animales en peligro de extinción de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN)

La principal razón de su desaparición es la caza furtiva y la destrucción de su hábitat natural

"Cuando observas un rebaño, te das cuenta de lo mucho que importa la familia. Los miembros están siempre uno al lado del otro, los pequeños raramente se alejan más de diez metros de la madre. Se tocan cuando comen, descansan, observan los movimiento de los otros", dijo la investigadora Jenna Parker a AFP

Los vínculos entre la madre y una cría son tan grandes que cuando los cazadores irrumpen en la manada y matan a un ejemplar, estos rompe los lazos y ponen en peligro el bienestar de los más pequeños

Pero gracias a las manadas, los niveles de estrés en las crías huérfanas tras la muerte de las madres, se nivelan al ser acogidos por los demás

Para llegar a la conclusión, Jenna Parker, una estudiante de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, analizó las muestras recolectadas del estiércol de los elefantes, en el que se estudió las hormonas del estrés

Los resultados de la comparación de las muestras de los elefantes que habían perdido a sus madres con los que aún las conservaban, arrojaron unos resultados positivos

Los investigadores encontraron que los niveles de estrés era similares, factor que los sorprendió, ya que esperaban que estos resultados fueran muy disparejos ante la pérdida de la figura materna

Pero eso no asegura que los animales no experimenten un mayor nivel de estrés a corto plazo, como se observó en otros animales como los chimpancés, las ratas y algunas aves

"Al menos esos efectos no son duraderos, lo que demuestra resistencia", destacó. El poderoso apoyo social del grupo de elefantes desempeña un papel regulador llamado "efecto amortiguador"

Más aún, los investigadores descubrieron un estrés menor entre los jóvenes que crecen en grupos con más congéneres de una edad similar, ya fueran huérfanos o no

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