Como si se tratase de una máquina sacada de la ficción, la empresa Green Launch, creó un cañón capaz de poner en órbita en tan solo 10 minutos los satélites espaciales

El cañón de hidrógeno cuenta con un tubo de lanzamiento de prueba de 16,5 metros y se podrá usar cada 60 a 90 minutos. La carga, que en este caso se trata de un satélite, será enviado a una velocidad hipersónica hacia el cielo para que se aloje en la órbita terrestre baja

Hoy en día, los satélites llegan a su punto final en menos de dos horas, con el método tradicional de lanzamiento, pero con esta nueva forma, la velocidad de lanzamiento será de 3.675 km/h

Con el cañón se espera reducir las emisiones de gases y, por el momento, solo se ha realizado una prueba, en la que se logró alcanzar una velocidad de Mach 3. Se espera que a finales de 2022 se pueda llevar a cabo otra prueba con las que se aumente la velocidad de lanzamiento

Aunque es una buena forma para reducir la contaminación, el satélite todavía necesita un pequeño cohete con combustible para que, una vez se encuentre en el espacio, este se pueda impulsar y alcanzar la órbita correcta

Por el momento, la empresa tiene como objetivo solucionar el problema de la explosión de lanzamiento, ya que la fuerza es tan fuerte que puede llegar a destruir los componentes del satélite

Con el cañón solo se puede lanzar un satélite, en comparación con el Space X que transporta varios al tiempo

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