ubicado en el barrio Versalles, en la zona norte de Sincelejo.
El religioso recibió dos disparos, uno de ellos en el tórax, propinados por hombres desconocidos que le robaron su teléfono celular mientras descendía de su vehículo para ingresar a la casa cural.
Los vecinos del sector lo socorrieron y lo trasladaron en su mismo automóvil a la Clínica Santa María. Allí falleció mientras era intervenido quirúrgicamente.
Las autoridades han ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables.