En la Amazonía vive un insecto que tiene una picadura 30 veces más dolorosa que la de una abeja o una avispa: la hormiga bala (Paraponera clavata). El impacto de su picadura es descrita similar al disparo de una bala.
Quienes han sufrido esta experiencia aseguran que el dolor se siente en todo el cuerpo y la persona comienza a sudar y temblar.
Al igual que la abeja, la hormiga bala únicamente libera su veneno al sentirse amenazada. Su apariencia se asemeja al de una avispa sin alas, con un color negro-rojizo.
Los miembros de una tribu en Brasil, las emplean para marcar el paso a la adultez y los niños adolescentes deben usar guantes llenos de hormigas bala y guardar la compostura mientras experimentan terrible dolor en medio de un ritual.
No son mortales pero se estima que 2.250 picaduras serían necesarias para matar a una persona de 74Kg.