Su vida está marcada por la tragedia de las drogas, las cuales lo llevaron de pasar de ser un reconocido diseñador de campañas publicitarias como “Sin preservativo ni pío” a un habitante de la calle por más de 15 años. (Ver la historia en el video de El Espectador)
Ahora, ya rehabilitado, quiere llegar a la Cámara por Bogotá para evitar, entre otras cosas, que muchos repitan su historia.