En empate sin goles, Millonarios y Caldas quedaron debiendo fútbol en El Campín

Poco fútbol y emociones aportaron Millonarios y Once Caldas en el partido empatado a cero goles que protagonizaron en la tarde de este domingo en el estadio El Campín de Bogotá. Los locales, dirigidos por Ricardo Lunari, tuvieron poca profundidad y carecieron de imaginación y creatividad a la hora de atacar, a pesar de que mantuvieron el 56% de posesión de pelota, una mínima ventaja que no supieron aprovechar. Por su parte, el ‘blanco-blanco de Manizales’ obtuvo un justo resultado teniendo en cuenta su actuación oficiando como visitante, pues si bien sus delanteros, Sebastián Penco y Jonathan Arango, casi no pisaron el área rival, las oportunas intervenciones del golero José Cuadrado impidieron en varias ocasiones que ‘Millos’ se pusiera en ventaja en el marcador. Y si se habla de atacantes vale la pena resaltar la labor Michael Rangel, pues el 9 de Millonarios tuvo 3 claras oportunidades frente al arco al inicio y final del segundo tiempo, pero la férrea marca del equipo manizaleño y una buena actuación de Cuadrado impidieron los tantos del santandereano. Por su parte, a Once Caldas le costó llegar al área rival, por lo que la media distancia fue la fórmula que los dirigidos por Torrente buscaron para romper el cero en el luminoso. Henao, Arango y Penco fueron los encargados de poner a prueba al uruguayo Vikonis, que no tuvo problema para atajar los 3 únicos balones que enviaron los visitantes hacia su portería. El Caldas mostró un fútbol horizontal, sin profundidad, apoyándose en el último tercio del campo en hombres como Culma, Arango y Penco, este último, en varias ocasiones tuvo que retroceder su posición ante la falta de imaginación del circuito ofensivo de su equipo. Por su parte, Ochoa y Vargas aportaron seguridad a Millonarios cuando trasportaba el balón por la banda derecha. El juego, sin embargo, cambió al minuto 55 tras el ingreso de Mayer Candelo, pues Machado y Ochoa supieron adelantarse y apoyar la ofensiva de los azules, aunque al final los locales no pudieron romper el empate, pese a ejecutar cerca de 321 pases correctos, que permitieron hilar jugadas de ataque que desembocaron en 6 remates directos a puerta durante los 93 minutos de juego en El Campín.