Se acercan grandes cambios en el negocio de la energía renovable en Colombia

también se implementó un programa destinado a sustituir progresivamente la generación con Diesel en algunas zonas. De igual forma, se va a crear un fondo de energías no convencionales, que al final financiará programas de eficiencia energética. Esto quiere decir que se generarán oportunidades de negocios en la generación por biomasa, que es la energía que se produce a partir de materia orgánica, de energía eólica, geotérmica y de energía solar. Aunque Colombia genera una parte importante de su energía vía hidroeléctricas, su ubicación en el trópico le genera potencial para el uso de otros tipos de energía. Hoy el 65% de la energía del país viene de fuentes hidráulicas, el 33% de energía térmica que incluye gas, diésel y carbón y un escaso 2% de otras fuentes. El 20% del consumo mundial de electricidad viene de energías renovables donde precisamente se está mirando el éxito de ese negocio desde compañías grandes y pequeñas. EPM se ha adelantado en el campo con su central eólica en la Guajira que genera casi 20 megas de energía y que sirve como parte de un programa de investigación para el desarrollo de este tipo de tecnología en Colombia, cuyo costo de construcción puede estar por los 4 a 5 millones de pesos por kilovatio instalado. Otras grandes empresas que están adelantando sus planes en este campo son Isagen con la energía geotérmica, y la Empresa de Energía del Pacífico, con un proyecto piloto de energía fotovoltaica. Los azucareros también han entrado al mercado con el bagazo de la caña. Cabe resaltar que las mayores empresas consumidoras de energía en Colombia son la mina de níquel de Cerro Matoso, Pacific Rubiales, Diaco y El Cerrejón. Para estas también se abre la opción en cogeneración y reducción de consumo. Todo esto, busca liberar cada vez más al negocio de la dependencia de energía generada por agua y por carbón. Las barreras económicas de entrada de las nuevas tecnologías de generación de energía van a ser menos cada vez. Pero lo que realmente estimulará al negocio es la posibilidad de que esta energía pueda ser integrada al mercado eléctrico nacional. Como no todas las inversiones son de grandes empresa, lo que se ha hecho es que las inversiones realizadas se reducirán en un 50% del impuesto de renta por cinco años. Hoy montar un sistema de paneles fotovoltaicos en un área de 2.500 metros cuadrados puede estar cercano a los 6 mil millones de pesos, sin el valor del terreno, y la inversión puede ser recuperada en cuatro años. Por Juan Fernández, periodista El Espectador.