Ganarle dos veces a Holanda, clasificar por primera vez a un torneo continental y pasar a octavos de final no era todo lo que le aguardaba la Eurocopa a la selección de fútbol de Islandia.
Este lunes, tras dejar en el camino a Inglaterra y pasar a cuartos de final para enfrentar a Francia, medios de comunicación islandeses calificaron de "increíble" la gesta de un onceno que desde ya se hace presente en los corazones de aficionados al fútbol de todo el planeta.
Y es que esta es, precisamente, la mayor gesta deportiva de la historia de un pequeño país descendiente de vikingos con menos de 333.000 habitantes y equipos semiprofesionales que hacen parte de una liga que juegan 12 clubes.
Así se han ganado el apelativo del “Leicester de la Euro”, pues sorprenden a propios y extraños, y de a poco ganan confianza y favoritismo entre la élite del viejo continente.
¿Pero cómo fue posible la convocatoria del onceno islandés? En redes sociales circula una divertida versión que apela a un método de descarte para elegir a los 23 que finalmente viajaron a Francia.
Según la broma que circula en Internet, el DT sueco Lars Lagerbäck descartó a los islandeses que no cumplían con algunos requisitos para jugar la Euro.
A la cifra total de habitantes se resta el número de mujeres, menores de 18 y mayores de 35 años, personas con sobrepeso, trabajadores e incluso los encargados de la vigilancia de volcanes y avistamientos de ballenas.
Al final se descartan a los propios aficionados que asisten a los estadios y el equipo de médicos, masajistas, fisioterapeutas y utileros de la Federación de Fútbol de Islandia, quedando solo 23 personas aptas para conformar el modesto equipo que levanta pasiones en todo el mundo.