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A las puertas de su visita al Wanda Metropolitano para enfrentarse al Atlético de Madrid en octavos de la Champions, el Liverpool precisó de 78 minutos para anotar el gol que le dio los tres puntos ante el colista Norwich (1-0), y que eleva a 25 puntos su ventaja en la tabla en la fecha 26ª de la Premier League.
Esta victoria otorga además al conjunto de Jurgen Klopp la seguridad de finalizar el curso entre los cuatro primeros del campeonato inglés, y con ello de lograr un billete para la próxima edición de la Liga de Campeones.
Un dato anecdótico para un equipo que cuenta las fechas para proclamarse matemáticamente de nuevo campeón de liga, por primera vez en 30 años, y que suma 43 partidos consecutivos en la competición doméstica sin conocer la derrota, sólo seis menos del récord que ostenta el Arsenal en los años 2003 y 2004.
"La diferencia es tan loca que no alcanzo a comprenderlo. No soy lo bastante inteligente. Nunca antes había conocido esto. Es excepcional, es tan difícil", comentó el técnico alemán después del partido.
Con 34 de los últimos 35 partidos ganados en la Premier, los 'Reds' han sumado 103 de los 105 últimos puntos en juego.
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Situación muy opuesta a la que vive el Norwich, con 58 puntos menos que el Liverpool, y que podría ver aumentada su desventaja de siete puntos respecto a la salvación.
El gol fue obra del delantero senegalés Sadio Mané, al que el técnico alemán había dado descanso de inicio, dejándolo en el banco al igual que al brasileño Fabinho.
Minutos después de haber saltado al césped, Mané controló de forma acrobática un pase de Jordan Henderson antes de sacar un disparo raso potente al palo corto (78).
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“Nos causaron algunos problemas, pero en general creo que fue otra buena actuación y logramos el objetivo de sumar los tres puntos", afirmó Henderson.
Cinco minutos antes del gol del senegalés, el duodécimo en esta Premier para el delantero, el poste libró a los 'Reds' de verse con un gol en contra tras disparo del ghanés Alexander Tettey.
Tras un parón de 13 días para poder recargar las baterías, los 'Reds' se vieron un poco faltos de ritmo, hasta que comenzaron a ofrecer su mejor cara en el último tercio de partido.
Los visitantes adolecieron de falta de puntería en un primer acto en el que sólo uno de sus ocho disparos encontró portería.
Poco antes de la hora de partido el guineano Naby Keïta sacó un misil tan potente como centrado desde la frontal que el arquero holandés Tim Krul desvió por encima del larguero.
Un minuto después el propio arquero sacó dos manos milagrosas, una a disparo del egipcio Mohamed Salah y otra ante el rechace del propio Keita, para alimentar las esperanzas locales de lograr un punto de prestigio.
Pero la entrada al terreno de juego de Mané evaporó toda posibilidad.
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Horas antes, el Burnley (10º) se llevó los tres puntos (2-1) en su visita al sur de Inglaterra para medirse con el Southampton (13º), en un duelo entre dos equipos que navegan con tranquilidad por la zona media de la tabla.
La estirada 26ª fecha del campeonato inglés, que comenzó el sábado pasado, terminará el miércoles con el choque entre el Manchester City (2º) y el West Ham (18º).
Antes, el domingo, dos equipos de Londres, el Arsenal (10º) y el Tottenham (6º), se enfrentarán al Newcastle (12º) y al Aston Villa (17º) respectivamente, siendo el turno el lunes del estelar Chelsea-Manchester United.
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