Flavio de Souza, el magistrado que lleva el caso por supuestos delitos financieros del empresario Eike Batista, fue sorprendido en Río de Janeiro en un Porshe Cayenne que le fue embargado al millonario.
De Souza pidió en un documento bajo secreto de sumario que dos de los vehículos de Batista pudieran ser utilizados por la Justicia Federal, no obstante el uso personal del vehículo causó revuelo en Brasil.