A la Fiscalía se entregó el médico que, en medio de un supuesto atraco, disparó y asesinó a tres ladrones en el puente de la carrera 9 con calle 123, pleno norte de Bogotá.
El hombre, al parecer, trabaja en una clínica de ese sector del norte de la capital del país, específicamente la localidad de Usaquén.
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Cabe señalar que la primera hipótesis que manejan las autoridades es que se trató de un caso en el que la persona que disparó lo hizo en legítima defensa, lo que está amparado en el artículo 32, numeral 6, del Código de Procedimiento Penal.
Los tres hombres que fallecieron harían parte de una organización delincuencial dedicada al hurto y que operaba en ese puente de la carrera 9 con calle 123.
Los vecinos del lugar manifestaron, en su momento, que los fallecidos, señalados de ser ladrones, habían sido capturados poco antes por policías, pero quedaron en libertad.
Entre tanto, otro cómplice que supuestamente movilizaba a la banda en un vehículo, fue capturado en el sur de Bogotá.
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