Falta de agua obliga a venezolanos a buscar manantiales naturales

Desde hace más de seis meses comenzaron racionamientos contantes de agua potable en la mayoría de las zonas de Caracas, cortes del servicio de hasta dos semanas que exige a las personas buscar opciones para llevar a sus casas el “vital líquido”. Una de las soluciones es acudir a caídas de agua natural de la montaña para llenar botellas de plástico.

Caracas por ser un valle está rodeada de un sistema montañoso, el más importante es el Parque Nacional El Ávila, de donde descienden cascadas que llegan hasta la falda de la montaña, nuevo lugar de largas filas donde se concentran los caraqueños para abastecerse de agua. 

El señor Leidi Astudillo vive al oeste de la ciudad y se traslada hasta el noreste a llenar 8 botellones de plástico de 20 litros cada uno, unos 160 litros que le rinden para 10 días, y que puede tardar hasta 8 horas en llenar debido a la cantidad de personas en fila.

“Tengo que venir siempre, esta agua la utilizo para tomar, para cocinar, y cuando llega el agua por tubería a la casa, guardo en un tanque que tengo de 1.000 litros, que uso para los baños y bañarse”, dice.

Por su parte, el señor Fidel Rivero, que acude una vez al mes a la caída de agua en la zona de la Castellana también llenó unos cuatro botellones (25 litros cada uno) que afirma él sólo usa para tomar, pues comprar agua potable le cuesta mucho dinero que no dispone: “El garrafón de agua yo lo compraba en julio del año pasado en 5.000 bolívares y hoy en día en casi 1.000.000 y no te da la base para poder comprarlo”.  

Vea aquí: Durante el primer semestre de 2018 se presentaron 30 protestas diarias en Venezuela

Sobre el servicio de agua en su casa lo califica de “irregular y malo”. Recuerda que desde hace 6 meses tienen racionamiento, “eso nunca antes había pasado, llega dos veces a la semana, llega con un olor fétido, amarillenta, es mala”. 

Más botellas de agua que adornos 

En el apartamento de la señora Ivón Ortega (clase media norte de Caracas) llama la atención la cantidad de botellas de agua en el piso de la cocina, en los baños y en el lavandero, grandes, medianas y pequeñas que trata siempre de mantener llenas para  solventar los días en que no tiene servicio.

“Hemos tenido más de dos semanas sin agua, a veces unos vecinos que si les llega nos prestan una manguera para llenar el tanque, aunque el agua llega sucia, es terrible, por eso tenemos que tener potes para recoger el agua para lavar, cocinar y bañarnos”, dice.

Destacar que entre enero y junio del 2018 hubo en Venezuela 514 protestas de calle por la falta de agua, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, manifestaciones que se enmarcan en las más de 5.300 protestas que hubo en el primer semestre, la mayoría en reclamo a derechos sociales y económicos.