Angelino Garzón demandará al abogado Ramiro Bejarano por injuria y calumnia

El ex vicepresidente Angelino Garzón anunció que demandará al abogado Ramiro Bejarano por calumnia y daño a su honor personal.   En una carta pública...

Foto: EFE
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El ex vicepresidente Angelino Garzón anunció que demandará al abogado Ramiro Bejarano por calumnia y daño a su honor personal.

 

En una carta pública enviada a los medios de comunicación, el candidato a la gobernación del Valle dijo que no permitirá que a través de sus opiniones Bejarano lo tilde de “inepto, dilatante y corrupto”.

 

También exigió respeto para su esposa Monserrat, de quien dijo es una mujer noble, solidaria y sincera.

 

Garzón le envió un mensaje, además, al analista político León Valencia de quien aseguró que no aceptará que le lance señalamientos por tener relaciones políticas con el presidente del Partido de la U, Roy Barreras, o por haber defendido a la candidata Dilian Francisca Toro

 

Esta es la carta de Angelino Garzón:

 

Cali, julio 8 de 2015

 

“Tanto va el cántaro a la fuente, hasta que al final se rompe”

 

El señor Ramiro Bejarano tiene todo el derecho de seguir opinando pero no a ofender llamándome inepto y diletante. Tampoco tiene derecho a calumniarme, señalándome de corrupto y menos a meterse con mi esposa Montserrat, mujer noble, solidaria y sincera, que ha sido mi compañera por muchos años en las buenas o en las malas.

 

En la vida no recuerdo haber cruzado palabras de manera directa con el señor Bejarano por más de un minuto, y mi esposa jamás lo ha hecho.

 

Reconozco que cuando fui Gobernador del Valle del Cauca, me tocó responderle pacientemente sus numerosos derechos de petición, por el único motivo de no reconocer pagos exagerados de intereses por una carretera doble calzada Cali- Candelaria que nunca se construyó. Él actuaba en ese entonces como abogado al servicio del señor Santiago Pardo, quien siempre pretendió un pago mayor, al que finalmente me obligó la Corte Constitucional en diciembre de 2007, por una carretera contratada en 1994 pero que como es de conocimiento público, nunca se construyó.

 

El derecho a la libertad de expresión no le da derecho a ninguna persona en el mundo entero a calumniar o atentar contra la honra de las personas. En tal sentido, he tomado la decisión de darle poder a la abogada liberal Elizabeth Padilla, de Cali, para que demande al señor Ramiro Bejarano por calumnia y daño a mi honor personal.

 

En Colombia, a pesar de los cargos de responsabilidad social, política y estatal que hasta el momento he tenido, ninguna persona, mirándome a los ojos me puede acusar que le he robado un peso y menos al Estado. Por eso, los controles e investigaciones que constitucionalmente me han realizado han concluido que he actuado conforme a la ley.

 

Por otra parte, me duele que una persona que es ejemplo de reconciliación e integración como León Valencia, quien en el pasado fue un líder guerrillero y que en esa condición, junto con otras personas trabajó por la paz, hoy me esté satanizando o descalificando públicamente por el único hecho de sostener una relación política con el senador vallecaucano, Roy Barreras, copresidente del partido de la U, que es el partido del gobierno, o, porque defiendo el derecho de la doctora Dilian Francisca Toro al debido proceso dentro de una política integral de Derechos Humanos.

 

Con todo respeto, manifiesto que prefiero no ser elegido alcalde de Cali, el próximo 25 de octubre, antes que renunciar a la defensa integral de los derechos humanos o al derecho de las personas a pensar diferente.

 

No estoy dispuesto a heredar odios o conflictos de otras personas. El que vote por mí, debe saber de antemano que si soy elegido alcalde de Cali, tanto el partido de la U, sus dirigentes y militantes, lo mismo que todos los partidos, organismos sociales y gremiales, tendrán en Angelino un punto de apoyo para que las personas que están dispuestas a no vivir prisioneras del pasado, puedan contribuir a la construcción de un futuro de perdón, reconciliación y paz, sin temor a ser señalados, perseguidos o discriminados.

 

Fraternalmente,

 

Angelino Garzón

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