En diálogo con BLU Radio, Darwin Ayrton Moreno, el hombre que fue despedido en 2008 por la embajada del Reino Unido e Irlanda en Bogotá y que la Corte Constitucional ordenó reintegrar, dijo que en su caso hubo una confabulación en su contra por su color de piel.
“Yo diría que lo que se dio fue una sofisticación del racismo. Toman información tuya y se usa en contra para justificar un despido”, explicó.
Agregó que el hecho que originó el despido se dio porque se acercó a dos compañeros para manifestar unas inconformidades y ellos dijeron que los había amenazado.
Moreno aclaró que los funcionarios eran colombianos y que fueron ellos los que lo acusaron de “brujería”, hecho que terminó incidiendo para que la embajada lo despidiera, después de 4 años de estar contratado.
La Corte Constitucional aseguró que "la embajada incurrió en actuaciones discriminatorias en contra del demandante (...) al acusarlo de hechos en relación con los cuales no tenían pruebas, y que estaban inescindiblemente relacionados con su identidad étnica y sus convicciones religiosas".
La Corte afirmó en su sentencia que la sede diplomática "reconoció que sólo existían rumores" en contra de Moreno.