La cuarentena en Bucaramanga ha dejado números positivos para el medio ambiente y especialmente en la reducción del ruido sísmico, según reveló el más reciente estudio del Observatorio Sismológico de la Universidad de Santander, Udes, y la Corporación de la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb.
“Debido al aislamiento preventivo obligatorio, hemos observado que los efectos de las vibraciones causadas por la actividad humana han disminuido y se están registrando movimientos sísmicos de menor magnitud en nuestra red de monitoreo”, informó Carlos Lozano Lozano, docente y coordinador del Observatorio Sismológico de la Udes.
El monitoreo deja en evidencia que el alto flujo de vehículos y personas en la calle aumentan de manera significativa que la meseta de Bucaramanga, literalmente, se mueva con mayor frecuencia.
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“Esas reducciones de las vibraciones por la cuarentena se presentan en la superficie terrestre, después del 21 de marzo los niveles de ruido sísmico disminuyeron de manera considerable, los resultados de estos análisis muestran que esa disminución fue entre el 40% y 60%”, añadió el experto.
El Observatorio Sismológico ha registrado, durante este 2020, 4.217 eventos sísmicos en Santander.
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“Estos en su mayoría tienen origen en el denominado ‘Nido sísmico de Bucaramanga’, incluyendo cuatro eventos sísmicos fuertes de magnitud superior a 4.5 grados en la escala de Richter, tres se han registrado en este nido sísmico y uno con epicentro en Mompóx, Bolívar, el pasado 15 de abril”, agregó.
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