Con el discipulado en la iglesia ayudamos a las personas a ser libres en todas las áreas, aseguró.
Hay ciertas adicciones y ataduras en donde las personas necesitan un proceso de rehabilitación. Sin embargo, a veces los amigos y familiares de estas personas en lugar de ayudarlos a ser libres se convierten en personas que entorpecen el proceso de rehabilitación.
Estas personas son codependientes, pero cómo saber si soy codependiente; lo que le da valor y significado a su vida es suplir las necesidades de otro, parece bueno, pero no lo es.
Explicó que al codependiente le cuesta decir no a las demandas de las otras personas, debemos preguntarnos cuál es la verdadera intención de nuestra ayuda, tomo como ejemplo la parábola del buen samaritano.
“El señor nos hace un llamado a hacer el bien y ayudar, pero una cosa es ayudar a alguien incondicionalmente y otra ayudarlo porque necesitamos que nos necesiten”, agregó.
Escuche aquí la reflexión dominical completa del pastor Andrés Croson: