un mundo tradicional masculino.
Según la experta, generalmente bajo esas condiciones las mujeres intentan ser adaptarse a las circunstancias “siendo hostiles o diciendo vulgaridades y esa no es la manera”, pues, afirma, la mujer debe ser quién es, “sin perder la delicadeza”.
Cabrera asegura que los hombres se relacionan de determinada manera entre ellos y las mujeres no deben caer en el juego de buscar aceptación a partir de imitarlos.