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De Jesucristo a Maduro, todo vale en Colombia por un puñado de votos

Todo vale en la campaña electoral colombiana para llegar al votante en las elecciones locales y regionales del próximo domingo, desde apelaciones a Jesucristo...

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Foto: Referencia -AFP-

hasta referencias al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que hacen buena la frase de que el fin justifica los medios.
 
El listón varía y el nivel se hace más emocional conforme se aleja de las grandes ciudades, donde los candidatos pugnan por atraer con mensajes llamativos a los ciudadanos que todavía no han decidido a quién votarán en los comicios para alcaldes, gobernadores, concejales y diputados regionales.
 
Entre una miríada de siglas con mayor o menor presencia, los candidatos buscan su espacio con mensajes que sorprenden: "Vota Jesucristo", pide un joven imberbe con cara angelical que aspira a entrar en el concejo de la caribeña ciudad de Santa Marta junto al logo del Partido Verde.
 
La misma ciudad acoge la campaña de otro político rompedor, Miguel "El Mono" Martínez, quien ha optado directamente por poner un simio en su cartel electoral bajo el eslogan "Sigamos con lo mismo" con el que aspira a que no le vean "como un politiquero tradicional", según él mismo afirma en sus vídeos promocionales.
 
En Bogotá, el candidato a la Alcaldía por el Centro Democrático, el ex vicepresidente Francisco Santos, recurre a una imagen de Maduro con la boca tapada para recabar el voto de los seguidores del expresidente Álvaro Uribe, fundador y líder de ese partido.  (Vea también: CNE admite errores al revocar inscripción de cédulas, pero solo en Bogotá)
 
"Con su voto este 25 de octubre le vamos a callar la boca a Maduro", rezan las vallas de Santos.
 
Ese tipo de interpelaciones se multiplican con quienes se identifican como "El Compadre" o las llamadas del Centro Democrático a votar por ese partido para no terminar eligiendo a los líderes de las FARC.
 
Todo hace parte de la estrategia para atraer al electorado en un universo en el que orbitan, además del Centro Democrático, otros partidos grandes como el de La U, del presidente Juan Manuel Santos; Cambio Radical, del vicepresidente Germán Vargas Lleras, el Liberal, el Conservador y la Alianza Verde.
 
A la izquierda quedaron el Polo Democrático Alternativo (PDA) y la Unión Patriótica (UP) que regresa a unas elecciones después del asesinato de miles de sus miembros entre finales de los años 80 y comienzos de los 90.
 
"Ellos son malos candidatos, tienen que recurrir a toda esa serie de recursos alternos", explicó a Efe el consultor político Jorge Garrido. (Lea aquí: Consejo Nacional Electoral revocó anulación de cédulas en Bogotá)
 
En su opinión, estos mensajes suplen su "mala formación como candidatos" así como la "falta de definición de ideas y propuestas".
 
"En la medida en que bajes más en la estructura de una campaña electoral nacional, hay menos fiscalización de la opinión pública, menos examen, menos vigilancia de estas cosas y se pueden hacer ese tipo de ruidos electorales que son nefastos", agregó.
 
Garrido considera que en Colombia hay "una subestimación de la comunicación política" ya que los candidatos piensan en la maquinaria electoral "en el dinero para comprar votos y atacar a los contrarios de cualquier forma".
 
La presentación de estos mensajes lleva "al electorado a fijarse mas en dibujitos" y no en las personas, según su colega, Paola Palacios.
 
"Dejan de fijarse en ellos. Es un distractor, estoy mandando a los otros a que se fijen en cosas que no son tan relevantes y se despersonalizan de lo que son como candidatos", subrayó.
 
Otro de los elementos que han cobrado protagonismo en esta campaña es la vinculación de los candidatos a otros líderes, un formato que le ha dado un protagonismo hegemónico a Uribe, presente en muchos de los carteles electorales de su partido.
 
Pero no es algo exclusivo del Centro Democrático, en Bogotá el actual alcalde, Gustavo Petro, ha prestado su rostro para el logo de su partido, Progresistas.
 
Así, los votantes bogotanos encontrarán una situación peculiar: en la tarjeta de votación verán impresos los rostros de Uribe y de Petro, un exguerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19), aunque ninguno de los dos sea candidato.
 
La sombra de los dos líderes es alargada, pero en opinión de Garrido su influjo no es bueno, ya que pesa demasiado su imagen. "Terminan siendo robots", concluye Palacios. 
EFE

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