que deja el sumo pontífice a su sucesor, que será elegido en cónclave el próximo mes de marzo.
Para Forero, sobre otros asuntos, “el papa Benedicto XVI deja su Iglesia con menos católicos y más problemas sin afrontar como la pederastia”.
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Por el contrario, Valencia recordó que Benedicto XVI fue un “conciliador de vínculos con disidencias de la Iglesia como el ‘lefebvrienismo’ y con lideres de otras tendencias religiosas.
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Asimismo, "pidió perdón por no proteger a los judíos en la segunda guerra mundial” y por su responsabilidad con la banca de la Iglesia, que fue ampliamente cuestionada, y que entregó a la veeduría de la comunidad Europea.