pero por cuestiones administrativas fue su entidad la que contrató al abogado Augusto Ibáñez.
Reveló que “en ese momento estaba el presupuesto en nuestra jurisdicción” y por eso se encargó de la contratación de Ibáñez, quien luego dio lugar a Rafael Nieto Loaiza. “Estoy en desacuerdo en que la defensa sea un ataque contra las propias entidades del Estado”, opinó.