“Cuando uno hace chistes y se ríe uno produce cambios en el sistema nervioso y nos ayuda a tener mejor salud”, dijo.
Eso, aplicado al sexo – explicó el especialista – “lleva a orgasmos más intensos y relaciones mucho más estables”.
“Si una persona tiene una relación sexual por la noche, intensa, placentera, al otro día amanece sonreída, va a trabajar de buen ánimo, está tranquila”, agregó.
Actualizado: octubre 23, 2016 10:06 AM